Bueno, aca va una especie de declaración, escrita por mi un dia muy tarde en la noche, y muerta de sueño. Asi que aqui va una somnolienta declaracion a quien sabe que es para él. Dejo advertido desde ya que no se cuanto tiempo dure esto publicado porque en algún momento me dará mucho pudor tenerlo expuesto...
Sii, adios al miedo, me he atrevido a amar. Me he atrevido a amarte, a entregarte lo que llevo dentro, a mostrarte el como sea que soy. Me he liberado solo para decirte sin tapujos que te amo. Nada fácil, pese a lo fuerte del impulso. Muchas son las cosas que se le resisten al atreverse, pero sobre todo son las miles de inseguridades. Ahí están, ahí siguen latentes esas inseguridades, pero ocultas, casi arrinconadas. Siguen, pero ya no les hago mayor caso, aunque prefiero guardarlas para los posibles tiempos de sequía y hambruna de amor y soledad.
Me he atrevido y he aprendido a disfrutar de lo que siento, estoy aprendiendo a vivir el momento con toda su intensidad. Y es que amarte me produce esa felicidad instantánea y casi abrumante, pero nunca hastiante. Produce esa sensación tan adictiva de no querer separarme nunca de tí. No se hasta cuando se extienda el nunca, no quisiera ver hasta donde llega eso, porque el ahora para mi es el siempre, el ahora es la eternidad para mí. Y si el siempre, el ahora, el por siempre se acaba, sabre que en algun momento estuvo ese siempre que en ese momento disfrute tanto, y que disfrute tanto porque fue contigo, porque fue de todo corazón, porque lo sentí, y casi superaba mi capacidad de contencion sin ser algo molesto, sino más bien una sensación plena.
Sii, es incongruente, por supuesto que lo es!!, mucho, es incongruente con mi amargada declaración de independencia, pero que le voy a hacer, soy humana, así somos los humanos...muchas veces bastante incongruentes, defecto contra el que es bastante difícil luchar. Y es que el amor es una droga, es una droga porque te hace olvidar la amargura, también porque te ciega y te hace sacrificar muchas cosas, pero si se sabe vivir es una hermosa y sanadora experiencia.
Sí, te amo, aunque sea lo más meloso del mundo, asi es, es la pura verdad. Estás en mí, atado a mi piel, y tu imagen está siempre en mi mente. Te quiero y añoro a cada minuto, no te poseo ni quiero, solo te deseo, pero con una inconmesurable ternura. Estar en tus brazos es para mí un regalo del cielo, verte una hora también lo es, y más aún la felicidad que siento cuando estoy contigo. Y no te vayas a ningun lado que yo no me voy, dejemos que el presente sea un mucho tiempo, dejemos que vaya a pasear al infinito.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)